Hello darkness my old friend… I’ve come to talk with you again ~
Cualquier persona que use twitter sabe que cada 3 días se vuelve a hacer viral el mismo tweet pero con una o dos palabras distintas para decir la misma cosa. Va desde el hecho de que la vacuidad de la existencia es ineludible hasta alguna especie de experiencia universal con la que cualquier ser humano puede identificarse. Fue uno de esos tweets que captó mi atención, no porque fuera particularmente brillante, sino porque pegó en el clavo (y sí, esa era la gracia). El tweet iba sobre cómo la cuarentena nos estaba haciendo retomar hobbies que teníamos a los 13 años...y yo estaba haciendo justamente eso. Y , ignorando completamente la parte en que tengo que aceptar que me comporto como una oveja más del rebaño, me puse a pensar que otro hobby podría retomar para cantar el cartón lleno de la nostalgia. Y acá estoy.
La última entrada publicada en este blog data de a fines del 2016… y si la matemática no me falla (lo cual sería vergonzoso) deben haber pasado casi unos 4 años. No es que haya dejado de ver anime en todo este tiempo, pero definitivamente mi consumo del mismo no se compara al de aquellos años. No es que haya dejado de interesarme el tema pero sí, mi interés no es el mismo. No es que no quisiera escribir… es que no sabía cómo. Y sigo sin saber cómo. Pero la única forma de hacerlo es empezando.
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